Xq' Nomads

Siempre me gustó la frase de Mafalda "paren el mundo que me quiero bajar" cada vez que me he visto en una situación de estrés o de aceleración máxima esta frase aparece en mi cabeza. Y en lo relacionado a la educación de mis hijos pasó a ser una constante. Hasta que finalmente lo hice. Paré el mundo y nos bajamos.

Se podría decir entonces que una vez sentados en la vereda, patitas colgando, nos miramos y empecé a darme el tiempo de observarlos, reconocerlos tal cual eran, no sólo en su potencial, sino en su realidad concreta. 


Surgieron dos preguntas:



  • ¿para qué estoy preparando a mis hijos? 
  • ¿qué tipo de valores, habilidades y conocimientos necesitan ser cuitivadas en ellos? 



The Weather Project, Olafur Eliasson


Para responderme estas preguntas hice la siguiente reflexión. Como humanidad llevamos en este planeta un tiempo considerable, a lo largo de éste (linealmente hablando) siempre hemos enfrentado grandes cambios. Esto no es algo nuevo. Para mi lo nuevo ahora estaría en modificar nuestra actitud ante estos cambios. 

Acostumbrados a enfrentarlo todo vamos avanzando por la vida con una actitud más competitiva que colaborativa, luchando para lograr nuestros objetivos y salir adelante, muchas veces no considerando a los otros. 


Una actitud colaborativa ante los cambios permite adaptarnos a ellos de mejor manera. Siento que para poder lograr esto requerimos de cierta flexibilidad y una gran capacidad de observación. Adaptarnos requiere que generemos vínculos, empatía y sentido del bien común.





Cuando observamos los procesos de cambio desde la perspectiva de la adaptación las posibilidades se multiplican ya que comprendemos con mayor facilidad que somos parte un sistema mayor, interrelacionado e interdependiente.


Surgen entonces valores como el compromiso social, empatía, responsabilidad compartida, sostenibilidad, imaginación, transparencia, horizontalidad, compasión, desarrollo armónico cuerpo/emoción/mente, etc.


A su vez toma sentido el desarrollo de habilidades como la autonomía, exploración constante, creatividad, vida móvil, conectividad permanente, apertura al cambio, pensamiento crítico, autoconocimiento, manejo de códigos, entre otras.


En cuanto a los conocimientos a cultivar es importante comprender que el pensamiento analítico no se basta por sí mismo, sino que requiere asociarse a visiones antropológicas y medioambientales. Cultivar formas de pensamientos orgánicas y procesuales. Valorando los aprendizajes a través de la experiencia directa y no a partir de teorías complejas, ni categorías preconcebidas que carecen de correlato con la propia vida de quien las aprende.



Golden Eagle Festival, Ulaanbaatar, Mongolia


Casualmente la mayoría de los términos que acabo de nombrar coinciden con muchas de las características que surgen cuando describimos a los pueblos nómades. Y quiero aquí incluso ampliar lo que entiendo por nómade. 

El concepto de nómade lo entiendo más allá de un recorrido en función del alimento; para mí es una manera de adaptarse al mundo desde la conciencia, desde la mirada sistémica y autónoma que comprende el vínculo como algo esencial en la sobrevivencia. Es la mirada horizontal, multidimensional, abierta a infinitas posibilidades y conectada a los ciclos de la vida.


Me fascinó la idea de generar un proyecto de educación basado en algo tan arraigado genéticamente en nosotros y que en cierta forma parece mostrarnos hoy más que nunca el camino hacia el futuro.



Cristina Baztán, Directora Nomads Project

Si tienes alguna duda o quieres consultarme algo te invito a escribirme a nomadsproject@gmail.com o déjame un comentario a continuación.

Comentarios